Estas bebidas vegetales se utilizan a partir de cierta edad y por lo general en sustitución de la leche de vaca, debido a la intolerancia que produce la lactosa. La Escuela de medicina de Johns Hopkins, la lactasa, enzima que digiere la leche, pierde su actividad en el intestino delgado entre la edad de un año y medio y cuatro años pudiendo esta intolerancia ser la causa de alergias, problemas cutáneos, digestivos, inmunitarios, etc.
La gran mayoría que han experimentado este cambio de leche de vaca por bebida vegetal se sienten encantados ya que observan cómo se deshinchan y sus digestiones ya no son tan lentas, es buena contra alergias, colon irritable, diarrea, estreñimiento.
La propuesta desde la alimentación natural es disminuir y si es necesario suprimir el consumo de leche de vaca y alternar en nuestra dieta las diferentes bebidas vegetales según nuestras necesidades. Mezclándolas con copos de avena, trigo o cualquier otro cereal en el desayuno, para hacer café con leche (queda riquísimo con cualquiera de ellas) o simplemente como un vaso caliente reconstituyente a cualquier hora del día. También son buenas alternativas las bebidas vegetales en sustitución de la crema de leche, en recetas que la requieran, y para elaborar postres.
Algunas leches vegetales o bebidas vegetales
Leches de soja
La soja es una legumbre especialmente rica en proteínas, para ser exactos contiene el perfil completo de los ocho aminoácidos esenciales. Entre los diferentes productos elaborados a base de soja encontramos la leche vegetal de soja, llamada así porque se puede cuajar y hacer el tofu o "queso de soja". Es una de las leches vegetales con el mayor contenido en proteínas, menos graso y por tanto bajo en calorías. Es rica en lecitina, sustancia que nutre a los nervios y ayuda a disminuir el colesterol en la sangre. Su única desventaja es la menor proporción de calcio que podemos compensar consumiendo sésamo, vegetales de hoja verde y lácteos fermentados como el yogurt o el kéfir.
Ingredientes
1/2 kilo de soja blanca (para 3 litros de leche).
Agua.
Elaboración
Ponemos la soja blanca en remojo durante 1 día, con agua suficiente para cubrirla y un par de dedos más.
Cuando esté blanda, con la misma agua que estaba, la trituramos que quede como una pasta. Si vemos que cuesta de triturar, le podemos añadir más agua.
Ponemos la pasta resultante en un colador fino, con un recipiente para recoger la leche bajo el colador.
Le tiramos, poco a poco, agua hirviendo a la pasta y ya nos va cayendo en el recipiente la leche de soja.
Dependiendo de si nos gusta más o menos concentrada, le tiraremos más o menos agua.
Esta leche de soja resultante tenemos que hervirla para poderla digerir bien.
Conservación
Para conservarla tenemos que ponerla en la nevera. ¡Solo dura un par de días!
Vale la pena que hagamos sólo la cantidad que vamos a tomar dependiendo de cuantos seamos en casa.
Hay que tener en cuenta que La soja no se debe tomar nunca cruda, pues contiene un "principio antitrípsico" que impide que la tripsina, enzima proteolítico, pueda actuar a nivel de duodeno.
La soja debe sufrir la acción del calor para inactivar este efecto.
Con la germinación este poder antitripsico disminuye.
Es importante recordar hervir la leche de soya una vez hecha, puedes añadirle melaza, miel, canela o azúcar para endulzarla.
Leches de arroz
Esta leche es recomendada a personas de digestiones lentas o estómago delicado. Aporta magnesio y ácidos grasos poliinsaturados que mantienen limpia la circulación sanguínea de depósitos grasos, es hipotensora, antidiarreica y depurativa ayudando a reducir los niveles de ácido úrico en la sangre. Es utilizada en aquellas personas para alérgicas. En su elaboración sólo se utiliza aceite de cártamo para darle un sabor parecido a la leche de vaca y un poco de sal marina como conservante natural por lo que una vez abierta debe guardarse en la nevera y gastarse entre 5 y 7 días. Es una de las leches vegetales más recomendable durante los meses de verano.
Leche de avena
Este cereal La avena es un cereal se destaca por sus ácidos grasos esenciales y su alto contenido en B1 (vitamina), hierro, manganeso y oligoelementos. Es de delicado sabor y textura cremosa, se utiliza también para espesar cremas, salsas e incluso hacer mahonesa, sustituyendo el huevo por la leche de avena. Esta opción de leches se recomiendan a personas estresadas, que padezcan de insomnio y alteraciones digestivas de origen nervioso, ayuda a serenarse gracias al aporte de vitaminas del complejo B y combate eficazmente la retención de líquidos. También es recomendable para quién practica deporte, excursionismo y personas de la tercera edad Cuando se utiliza como leche hay que agitar bien el cartón y a veces diluirla con un poco de agua para hacerla más líquida.
Leches de almendras y avellanas
Pueden encontrarse tanto en pasta (para diluir en agua caliente) como en tretabrik ya preparadas para consumir. Estas dos leches vegetales al proceder de frutos oleaginosos son mucho más energéticas, aportando más calorías y azúcares de rápida absorción. Además son excelentes fuentes de minerales como calcio, fósforo y potasio, así como vitamina A y ácido pantoténico (vitamina B5). Es importante evitar las que están azucaradas y preferir aquellas sin edulcorar.
Todas estas leches o bebidas vegetales son especialmente indicadas para niños, adolescentes, convalecientes y madres lactantes.
Vía Bajardepeso.es